La publicación que nuclea a todos las empresas destacadas por generar un impacto positivo en sus comunidades incluyó el programa de Sostenibilidad de Grupo Paolini “Comprometido con los ODS”.
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Estrategias para reducir la huella de carbono
EL GRUPO PAOLINI SE PUSO COMO OBJETIVO NO SÓLO GENERAR EMPLEO SINO TAMBIÉN UN IMPACTO POSITIVO EN LA COMUNIDAD A TRAVÉS DE POLÍTICAS DE RECICLADO Y CUIDADO DEL AMBIENTE.
El Grupo Paolini implementó estrategias para evitar el consumo innecesario de plásticos. Es un grupo de empresas que, en cuanto a construcción, emplea a 1.000 personas y está presente en catorce proyectos en cinco provincias: Buenos Aires (CABA, Lobos, Olavarría, Barker y Sierras Bayas), Córdoba (Capital, Malagueño, Alta Gracia, Adelia María, Gral. Levalle, Serrano), Mendoza (Vistalba), La Rioja (Capital, Sanagasta, Chilecito) y Tucumán.
«Hace tiempo que entendemos que tenemos un propósito que va más allá de generar empleo. Buscamos generar un impacto positivo. Por eso nos alineamos a los ODS propuestos por las Naciones Unidas«, explica María Virginia Pesek, gerenta de Comunicaciones del Grupo Paolini.
A partir de allí, con colaboradores y sus familiares y allegados implementaron diversas estrategias para reducir la huella de carbono y el consumo de plásticos.
En la empresa encontraron que todos los días se desechaban a vertederos comunes plásticos de un solo uso en cantidades abismales: 980 bandejas, 980 pares de cubiertos, más de 3.000 botellas, más de 600 vasitos descartables y 300 vasitos térmicos.
Además usaban 1.800 resmas de papel al año, lo que equivale a la tala de, al menos, 300 árboles y al uso de 55.000 litros de agua.
«Con el foco puesto en ser neutros en nuestras emisiones de carbono para 2030 y para contar con el 100% de nuestros obradores sostenibles, comenzamos a trabajar en etapas desafiantes pero alcanzables«, sostiene Pesek.
La primera etapa del proyecto tiene tres ejes: reducción del uso de plásticos, de papel y cuidado de los suelos. «Para fines de 2022 nos propusimos reducir en un 50% la utilización de papel, contar con composteras en el 80% de nuestras sedes, reciclar el 100% de las botellas plásticas y haber reemplazado el 70% de los descartables por una opción sostenible«, comenta.
Para fines de 2023 los planes incluían ser neutros en el consumo de árboles para papel, desarrollar en el 70% de las sedes un espacio de huerta y árboles frutales, además de reducir en un 50% el uso de botellas plásticas.
«Instalamos en todas las sedes tachos de basura diferenciados por color para separar los residuos, eliminamos los tachos individuales, capacitamos sobre cómo separar y generamos convenios para entregar los plásticos y papeles desechados«.
También hicieron una fuerte campaña de digitalización con capacitaciones, invertieron en Google Workspace, eliminaron impresoras individuales e implementaron procesos de trabajo colaborativo. Además, digitalizaron documentos y donaron el papel en desuso.
Reemplazaron los vasos descartables y botellas plásticas por dispensarios, jarras, tazas cerámicas y jarros térmicos reutilizables. Cambiaron bolsas descartables por unas reutilizables de friselina y otras para envíos con material biodegradable. Compraron cubiertos reutilizables y reemplazaron en algunas de las sedes las bandejas plásticas por unas de vidrio y, en otro caso, por unas compostables. Se invirtió por única vez en impresión de cartelería, composteras, material reutilizable, kits escolares, nuevos tipos de bolsas, lápices compostables, un total de 1.660.000 pesos.