Conocer la forma de actuar ante una fractura o hueso roto es importante para que la persona lesionada no corra peligro o su herida se agrave. Para ello, lo primero es conocer los tipos de fracturas.
Ocurre cuando un hueso se rompe total o parcialmente. Puede causarla una caída, un golpe fuerte y, a veces un movimiento de torsión (contracción violenta de un músculo). La mayoría de las veces se requiere una fuerza considerable para que un hueso se rompa, pero en niños y ancianos los huesos son más frágiles, razón por la cual son más frecuentes las fracturas en estas personas.
Estas lesiones solamente pueden poner la vida en peligro si van acompañadas de hemorragia arterial o si comprometen el sistema nervioso, produciendo parálisis, como en las fracturas de la columna vertebral.