Primeros Auxilios: Valoración del Lesionado

    Siguiendo con lo compartido en un newsletter anterior sobre Procedimientos para brindar Primeros Auxilios, en esta ocasión comenzaremos a compartir aspectos importantes sobre cómo evaluar al lesionado, y cómo proceder correctamente para auxiliarlo.

    1. ASPECTOS IMPORTANTES

    Mediante un examen completo del accidentado se pretende explorar todos los signos físicos y cambios de comportamiento que éste pudiera presentar.

    Usualmente se practica después que el socorrista ha escuchado la historia del caso y los síntomas que manifiesta el lesionado.

    • El examen de un lesionado ha de ser completo y cuidadoso evitando la manipulación excesiva e innecesaria que puede agravar las lesiones ya existentes o producir nuevas.
      • El método de examen a emplear dependerá de las circunstancias en las cuales se lleva a cabo.
      • Así, en los accidentes callejeros es recomendable un método rápido para obtener un diagnóstico provisional y descubrir las lesiones que requieran tratamiento inmediato, antes de movilizar al lesionado.
      • El lesionado debe permanecer a la intemperie el menor tiempo posible, de hecho, el examen puede realizarse de tal manera que la mayor parte de su cuerpo permanezca cubierto durante el proceso.
      • Para esto las mantas y sábanas podrán ser utilizadas en el manejo inmediato, pudiendo ser parcialmente retiradas con el fin de poner al descubierto regiones individuales del cuerpo, que tan pronto como se hayan examinado podrán volver a cubrirse.
    • NO OLVIDAR el peligro que supone mover una persona sin conocer la naturaleza de sus lesiones. Son muchos los casos donde es posible examinar al lesionado en la posición en que ha sido encontrado.
    • Al examinar a un lesionado, se debe ser metódico y ordenado, dependiendo de la clase de accidente o enfermedad súbita y las necesidades que reclame la situación. Debe haber una razón para todo lo que se haga.
    • El primer paso en el examen de cualquier parte del cuerpo es la llamada inspección. Consiste en revisar con cautela y cuidado la parte que va a ser objeto de examen antes de tocarla. La inspección inicial descubre a menudo alteraciones que de otra manera pudieran pasar desapercibidas.
    • Es importante una comparación cuidadosa, con el objeto de descubrir las deformaciones naturales que ocasionalmente se encuentran en personas sanas.
    • Después de la inspección el socorrista debe inspeccionar cuidadosamente la parte afectada, poniendo especial atención en los huesos.
    • En un lesionado consciente el principal objeto de examen es descubrir las partes sensibles, pero en el que ha perdido el conocimiento el método es todavía útil, ya que puede descubrirse alguna irregularidad.

    2. SIGNOS – SÍNTOMAS

    Consideramos pertinente aclarar el significado de los términos signo y síntoma:

    • SIGNO: lo que el socorrista observa en el lesionado.
    • SÍNTOMA: lo que el lesionado manifiesta.

    «Al socorrista sólo le incumbe hacer un diagnóstico provisional. Este será confirmado tan pronto como se haga cargo un médico. Si hubiera alguna duda con respecto al diagnóstico, el lesionado será tratado como si sufriera lesiones más graves»

    Después de tomar los Signos vitales (respiración, pulso, reflejo pupilar) es necesario realizar una serie de apreciaciones sobre el aspecto general del lesionado.

     3. OBSERVAR AL LESIONADO

    Supone una serie de actuaciones, entre las cuales mencionamos:

    • Postura: inmóvil o inquieto, confortable o incómodo, de espaldas o recto, piernas flexionadas, manos temblorosas.
    • Expresión: alegre, ansiosa, hosca, irritada, excitada o indiferente, simetría facial, inflamación.
    • Temperamento: extrovertido, amable, hostil, impaciente, nervioso, preocupado.
    • Estado de conciencia: despierto, si contesta preguntas o está inconsciente.

     

    4. AFLOJAR LA ROPA APRETADA

    Si fuere necesario abrir o mover la ropa del lesionado a efecto de exponer su cuerpo para una mejor evaluación, ésta deberá, ser cortada o abierta por las costuras, teniendo cuidado al hacerlo, en caso contrario puede ocasionar mayores daños.

     5. OBSERVAR COLORACIONES EN LA PIEL

    1. Cianosis (coloración azulada o violácea), observada en hemorragias severas, intoxicaciones, obstrucción de vías aéreas.
    2. Palidez en anemias, hemorragias, emociones, frío.
    3. Rubicundez (color rojo intenso) en intoxicaciones agudas por atropina y barbitúricos, esfuerzos corporales intensos, enfermedades febriles, alcoholismo crónico, ira.

    En caso de un lesionado con piel oscura, el cambio de color puede ser difícil de apreciar. Por lo cual se hace necesario observar el cambio de color en las superficies internas de los labios, boca y párpados.

    Algunas coloraciones en las mucosas pueden darnos idea de los problemas que puede tener el lesionado, así:

    • Negro o café oscuro: intoxicación con ácido sulfúrico.
    • Amarillo: intoxicación ácido cítrico y nítrico.
    • Blanco jabonoso: intoxicación con soda cáustica.
    • Gris: intoxicación con plomo o mercurio.
    cianosis

    Cianosis

    palidez

    Palidez

    rubicundez

    Rubicundez

    6. EXAMEN INDIVIDUAL DE CADA PARTE DEL CUERPO

    La evaluación cuidadosa incluye el examen individual de cada parte del cuerpo. Es usual iniciarlo por la cabeza y seguirlo hacia abajo, si hubiera alguna señal de probable localización de una herida, se podrá fijar la atención en la parte sospechosa. Así, los desgarros del vestido, los pantalones empapados en sangre y otras pistas similares pueden señalar probables heridas.

    De todas maneras, aconsejamos examinar al lesionado de arriba abajo metódicamente, en el siguiente orden:

    CARA

    Ojos: levantar los párpados e inspeccionarlos cuidadosamente. El tamaño de las pupilas, su reacción a la luz y el estado de los reflejos tendrán que tenerse en cuenta.

    Nariz: la salida de sangre o líquido claro por cada ventana nasal puede ser signo grave que sugiere fractura de la base del cráneo.

    Oídos: en forma análoga se puede descubrir la emisión de sangre o líquido claro (liquido cefalorraquídeo).

    Boca: la coloración, manchas o quemaduras podrán sugerir intoxicaciones. Es necesario abrir completamente la boca y examinarla con cuidado.

    Se percibirá el olor del aliento que en algunos casos indican la causa:

    • Gasolina: Intoxicación por hidrocarburos
    • Alcohol: Ingestión de licores.
    • Almendras amargas: Intoxicación con cianuro.
    • Ajo o cebolla: Intoxicación con fosforados orgánicos o pólvora.

    Cuando se observa una hemorragia es necesario buscar su origen, por ejemplo un desgarro en la encía o en la mejilla. Al examinar la boca debe quitarse la dentadura postiza, ésta podría desplazarse y obstruir las vías respiratorias.

    El aspecto y las características del vómito, en caso de presentarse, nos podrá orientar hacia el diagnostico:

    • Abundante: intoxicación por arsénico.
    • Hemorrágico: intoxicación con cáusticos, anticoagulantes, aspirina, alcohol o venenos de serpientes.
    • En copos de algodón: intoxicación aguda con plomo.
    • Fosforescente: intoxicación con fósforo blanco.

    CABEZA

    Tras la inspección deben palparse suavemente los huesos de la cabeza buscando los posibles traumatismos que en ésta se pueda presentar.

    TÓRAX

    Durante el examen de éste, dirigir la atención hacia los huesos que lo conforma, su simetría, su deformidad.

    Al proceder a la palpación de las costillas el socorrista debe iniciar su examen lo más cerca posible de la columna vertebral y seguir la exploración gradualmente hacia adelante hasta llegar al esternón, evitando mover al lesionado se hará una revisión cuidadosa de la columna vertebral en todo su trayecto por medio de la palpación.

    ABDOMEN

    Inspeccionar adecuadamente esta zona, edemas, masas, heridas o exposición de vísceras, a la vez que se localizan sitios dolorosos que nos indicarán específicamente los órganos afectados.

    PELVIS

    El examen de la pelvis debe llevarse a cabo por métodos similares a los adoptados para las costillas. Es fácil notar si la ropa está húmeda, lo cual puede ser debido a la emisión involuntaria de orina.

    EXTREMIDADES

    Cada hueso de estas zonas debe ser objeto de examen, con lo cual se pondrá de manifiesto las heridas existentes. Si no hubiera signos de fractura conviene probar el movimiento de las articulaciones para excluir las dislocaciones.

    En un próximo newsletter ampliaremos información respecto a qué hacer cuando el lesionado está inconciente, cómo debe ser realizado un registro escrito del auxilio proporcionado, la actitud que uno debe tomar, cómo interrogarlo y examinarlo, evaluar sus signos vitales, respiración, pulso y reflejo pupilar.

    ¡Hasta el próximo newsletter!