7. LESIONADO INCONSCIENTE
Si el lesionado está inconsciente y no se ha podido lograr su identificación, debe procurarse obtener ésta mediante los papeles o documentos que pueda llevar en su cartera o por medio de alguna persona presente, a efectos de notificar a sus familiares; siendo necesario para esto contar con la presencia de un testigo cuando se procuran obtener los documentos de identificación.
Siempre hay que pensar en la posibilidad de que se hayan producido varias lesiones en un solo accidente, por tal razón se ha hecho hincapié en la necesidad de un examen rutinario y completo, tanto en lesionados conscientes como inconscientes. Debido a la intensidad del dolor y a la gravedad del shock, un lesionado (por ejemplo, uno que se haya fracturado la pierna) quizá no sepa que también sufre otras lesiones, las cuales, por el momento, le causen menos dolor.
«LA OMISIÓN DEL EXAMEN COMPLETO PUEDE DAR LUGAR A QUE SE PASEN DESAPERCIBIDAS LAS LESIONES»
8. REGISTRO ESCRITO
Deberá llevarse un registro escrito, claro y completo de los lesionados atendidos en cualquier eventualidad. Datos tales como:
- Nombre y apellidos completos.
- Hora del accidente.
- Dirección y teléfono, del lesionado o de los familiares si es posible.
- Tipo de urgencia.
- Lugar del suceso.
- Sitio donde se ha trasladado.
- Registro de los signos vitales.
- Procedimientos de Primeros Auxilios realizados.
9. ACTITUD
Como se ha podido ver, las anteriores apreciaciones sobre el examen físico de un lesionado, son aplicables en la mayoría de los casos a aquellas víctimas que por la severidad de la lesión quedan inconscientes. Pero debemos tener en cuenta que muchas veces encontraremos lesionados conscientes que serán de gran ayuda en el diagnóstico y manejo adecuado de todas sus dolencias.
Para lograr este fin, el socorrista deberá tomar una actitud cordial, tranquila y comprensiva, con el propósito de demostrar al lesionado que su problema es la preocupación más importante.
Es indispensable formular las preguntas cuidadosamente de manera que se obtengan con exactitud los datos que se desean.
En consecuencia, el socorrista que escucha con atención, simpatía y hace pocas interrupciones, suele ganarse la confianza del lesionado.
10. INTERROGUE AL LESIONADO
El interrogatorio debe dirigirse primordialmente hacia los signos y síntomas que en ese momento le causan mayor molestia al lesionado.
Ejemplo: el dolor se describe precisando el sitio, irradiación, intensidad, duración. Debe tenerse en cuenta la relación que guarda el dolor en cuanto al alivio, agravación o desencadenamiento con funciones corporales, ejercicio y reposo.
La conciencia debe evaluarse y anotarse mejor de manera descriptiva que usando términos que tienen diferentes significados.
- La respuesta verbal: no habla, los sonidos son incomprensibles, el lenguaje es confuso y/o normal.
- La apertura ocular: no abre los ojos, los hace sólo al dolor o al hablarle, los abre espontáneamente.
- La respuesta motora: no hay movimientos, hay movimientos de flexión o extensión anormales, los movimientos son orientados, obedece a las órdenes.
Los tres parámetros anteriores nos permiten verificar si un lesionado, en un momento dado está supuestamente bien o al tiempo se va deteriorando. La reacciones emocionales deben manejarse con sumo cuidado, tratando de hacer entender al accidentado consciente, el carácter de sus lesiones, qué procedimientos se le realizaran; como se encuentran sus acompañantes, qué paso con sus pertenencias, a donde serán trasladados, cómo se les informará a sus familiares, etc.; con el fin de lograr obtener una mayor colaboración por parte de éste en su manejo.
En consecuencia el manejo lógico de los datos obtenidos del examen de un lesionado, son la base de un tratamiento adecuado.
«LOS PRIMEROS AUXILIOS COMIENZAN CON LA ACCIÓN, LO CUAL EN SI MISMO TIENE UN EFECTO CALMANTE»